Biografía del poema: aturdido el viernes de "análisis textual", una materia soporífera, recordé una frase de Oscar del Barco, a saber, el arte no sirve para nada; luego, me vino a mente un descripción que F. hizo sobre lo que sería la esencia de mi producción artística: lo tuyo no es la poesía sino el chamuyo, y lo peor de todo, es que CONVENCÉS. Me parecía, en medio de la alocución insignificante de una profe sin nombre, me parecía que entre las dos frases había una contradicción pero un imantismo misterioso. O sea, justamente la pregunta es si mi poesía sirve para algo- para levantar y manipular minas- o si, como puedo llegar a creer, justamente no sirve para nada. Pero no como lo piensa Del Barco, la inutilidad del arte como resguardo de la obra en un mundo funcionalista- ser es servir para algo-, sino más llano, más mezquino: que si mi poesía no logra lo fundamental, anclar el deseo de ELLA en mi persona, entonces serviría de poco, ni siquiera de un chamuyo que, al parecer, no convence a nadie. O, mejor, a todas menos a quien importa. En resumen, una clase aburrida, dos frases reminiscentes, un presencia espectral con aroma a perfume hiperdulzón de mujer, y una lapicer sobre un cuaderno. Y una duda cabalgando una certeza.
1
Tomémonos como ejemplo
a mí:
finalizo una oración
sólo como manera de
ostentación.
Entonces,
soy un olimpista de mi arrogancia
como elíptico modo de decir
"quereme"
Tengo todos los versos
de un poema extenso
pero ignoro el arte de hablar
frente a tu cara.
2
Si mezclo los naipes
con velocidad inusitada
es posible que gane el juego,
que las cartas tiradas en la mesa
revelen con sus números en los ángulos
su celular su cumpleaños
y la ecuación de su deseo.
3
Tropezás
Fernet sobre mi camisa
"Ay, no, no sale el fernet"
lamentás,
y pienso
frente a las arrugas de
arrepentimiento infantil de su cara
"ay, no, no sale..."
me digo que tampoco
tampoco tu timbre de voz sale,
que es inlavable.
4
Hay modalidades de demostración.
Una,
encadenar silogismos y citas híbridas
para finalizar con una conclusión de neón:
"La poesía es un mero discurso social más..."
La segunda,
sus labios, rostro, estómago
perdiéndose en la boca
de un tipo anónimo
y arítmico,
durante mi recitado de obra:
la poesía- concluyo entonces-
la poesía no sirve para nada.
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5 comentarios:
En primer lugar, hay que destacar la evolución que se va dejando ver en tus textos, y en los de nuestros colegas y, ¿por qué no?, en los míos. No sé si eso significa específicamente que mejoramos la pluma, y entonces la práctica va haciendo al chamuyador, o que simplemente ya nos estamos acostumbrando con soltura a nuestros olores respectivos, en una costumbre cariñosa, de recíproca influencia y buen provecho contagioso.
Ya va el segundo texto consecutivo que me cae simpático, y si no fuéramos como somos, cualquiera podría pensar que esto es un mutuo hedonismo de tirarnos flores. Me gustó especialmente el párrafo de las cartas, y la expresión "conclusión de neón". Y doy por supuesto que donde dice "arítmico" se te olvidó una r o un guión. (¿Es así, verdad?)
Finalmente, y esto por la introducción, el comentario de F. despertó mi más saludable instinto competitivo: en chamuyo libre, deportivo, soy Doctor honoris causa. Quiero ver tus credenciales.
Genial, querido amigo.
Creo que no me equivoco si digo que atrás quedaron los años en que la poesía servía para levantarse minas. Un primo mío (grande ya) me comentaba hace poco el levante que tenía citando unos párrafos de Rayuela de memoria, libro que no había leído nunca pero que con mucho tino se sabía hacer propio.
Pero me parece que ahora las mujeres (no sé hasta qué punto incluirme) buscan otras cosas. Se quedan con ese sujeto anónimo... Sebastián González decía que "Las poetas que están buenas y que no están limadas están en pareja con alguien ajeno a toda sensibilidad artística". Cosa que se da también para las que no son poetas.
Lamentablemente, el "chamuyo", como le llama F., se tiene que dar cara a cara. Sobre todo si los encuentro con dicha señorita se dan en espacios diametralmente opuestos a la poesía y sus propio espacios. Casi te diría que el boliche es un no-lugar (en palabras de Marc Augé). Y en este sentido, quizás sólo en este sentido, la poesía no sirve de nada mientras sea lo no-decible, lo hermético... y entonces vos tenés razón.
Última reflexión, desprendida de tu poeam y de mis clases de literatura española con una profesora que sufre de orgasmos múltiples leyendo a Becquer... tampoco a él le sirvió de mucho la poesía o al menos lesirvió con genete como mi profe pero no con su amada julia.
Exe: Creo lo mismo que vos, vamos en mejora. Y mis credenciales son públicas y, además, si competimos perdemos tiempo para seguir chamuyando
Leo: Gracias, loco, gracias.
Majo: "Las poetas que están buenas y que no están limadas están en pareja con alguien ajeno a toda sensibilidad artística". Cosa que se da también para las que no son poetas." Entonces, ¿me empiezo a dedicar a otra cosa? Por suerte no tengo la típica faceta del poeta- la de un diseñador gráfico, dirías vos- lo cual me da más esperanzas.
P.d: El boliche no es ni a palos un no-lugar. Te invito a que vayás a Dorian gray, y sigás pensando eso. Nunca concordé con quienes ven en el boliche un espacio anónimo, para mí.en cuanto participante- hay símbolos y prácticas duras de identificación: un lugar.
P.d2: No podés gozar con Becker. Así están las cátedras insoportables de española. En fin...
No hay cara.
La frase del primero es suficientemente convicente para seguir.
Me gusta: "la ecuación de su deseo" es una frase de obsesivo, paranoico. Pero también es una burla.
No hay cara. El tercero es el mejor, además baja todo, como el fernet.
El cuarto, me quedé pensando en el tercero y la ecuación. Creo que es redundante.
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