ETERNO BORRADOR DE UNA MENTE SIN TALENTOS

Como caderear al ritmo del tun-tun o como desarticularse en un flash de neón en sintonía con el Dj, pero bajo el amparo del La Literatura: o de hacer cualquiera pero con cara de inteligente.

martes, 20 de enero de 2009

GRACIAS.....PARCIALES!!!

-la cuenta terminó-





Sí, era obvio. Aquí se cierra un ciclo. ¿A nadie le importa? ¿Quién escucha, nadie? Sigamos.

Es mentira lo que dice Spinoza, cada cosa quiere seguir siendo en su ser. O no miente, pero yo me escabullo de su ontología geométrica. Hay que moverse. Frente a nosotros, un pirca enana separa lo que somos de lo que podemos ser. Es demasiado sencillo cruzarla. Hay que moverse, moverse, nunca estarse tranquilo.

Quien abrió este blog no existe más. O existe incómodo, y está dando saltitos nerviosos sobre una pata. Que le abran la puerta para ir a jugar.

Bénjamin parafraseaba una antiquísima parábola judía. Según la misma, una vez acontecido el tiempo mesiánico-en Bénjamin, sinónimo de Revolución- el mundo seguiría siendo tal cual es. Sólo que todo corrido un centímetro a la izquierda.

No me voy. No caduco. Sólo me estoy ladeando un poquito hacia el costado.



Lo importante es esto:

la huida ejerce su valor

sólo en el momento que se vuelve.

Carlos Godoy



[ Ahora sólo voy a leer revistas de chimentos :) ]

lunes, 12 de enero de 2009

no-summer I :(





Despojado a más no poder
de toda vestimenta, el sol calcina
la copa de helado que alguien olvidó sobre
la mesada, y sin darme cuenta, o casi sin darme cuenta
nada pasa. Esta habitación contiene la respiración,
la aguanta, se pone colorada, terca, obstinada, no expira
, pero tampoco muere, asfixiada. Todo contenido,
la vida se estanca como frente a un cartel de detención.

Voy a comprarme, pienso, un reloj.
Lo voy a colocar al frente mío, y nunca, pero nunca
le voy a poner pilas.
El segundero anclado en una línea, en un micro-segmento
¿será esa toda la eternidad a la que puedo aspirar?

El helado se deshiela. Se deshiela. Se deshiela.
no summer II :)


(...Receta: más de dos "chicos de letras" + no-summer)

martes, 6 de enero de 2009

¿Javier Eduard?
-epígonos absolutamente estúpidos-

* Juguemos en el páramo mientras la generación joven no está
¿La generación está?
* Anoche vislumbré en el sopor una brigada que tomaba el control de Casa Verde, decapitaba a profesores de Letras, y se tocaban sus sexos. Todo es mentira. Y no me hace feliz.
* ¿Algún día estaré orgulloso de nombrarme parte de algo? Hay nombres sueltos que me dan la mano en la autopista de la noche. No me la suelten, por favor.
* Es tan patético como pedir companía. Tan débil como escribir.
* Enero es un mes en el que no pasa nada, y no signfica nada para nadie. Sólo se puede crear parejas, tener relaciones. Había tristeza, equilibrada melancolía, en quien me lo confesó. Como un niño que jugó al adulto, y luego, en un imprevisto, no supo cómo volver.
* Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña. Como veía que NO resistía, fue a llamar a otro elefante: literatura.

sábado, 3 de enero de 2009

Shh!!: Javier Eduardo Mart
Y al despertar en el alfeizar, alcancé a oír una voz tartamuda, decía algo como que cierta quietud no es una despojamiento de la acción, sino un inusual enrulamiento del movimiento.
Antes, temblando por el terror de intuir que afuera de casa había algo, soñaba que el mundo era un algodón de azúcar, que destruía masticando a mi gusto.
Al despertar, feliz, escuché la voz de ese monje

viernes, 26 de diciembre de 2008

Signos vitales: Javier Eduarado Martínez Ramac
-31,30,29,28,27...-

/5/-serie inconclusa-
Sueño con un elefante que se ahorca con su propia trompa.
Una y otra vez.
Al frente, un grupo de cazadores miran, azorados.
Que en nuestra casa reine el olvido,
que las palabras sean imanes sin magnetismo,
y no retengan nada.
El elefante cae en una laguna verde de terciopelo,
el agua se cierra sobre su cadáver.
Como un parpado del tamaño del universo.

sábado, 20 de diciembre de 2008


Requiem para un 21 de Enero



Javier Eduardo Martínez Ramacciott.
De ahora en más, voy a hacer una cuenta regresiva. Empiezo con el número 32, y cada número contado es la eliminación de una letra de mi nombre completo. Empecemos: 31
En este momento, me llamo Javier Eduardo Martínez Ramacciott.
Espero, dentro de 31 días, no existir más.
O asumir una forma, trivial o escandalosa, pero distinta.
31, y contando…