jueves, 8 de mayo de 2008
EXPERIENCIAS JUJEÑAS
Ls sociología del gusto tiene postulados: los esquemas de percepción y apreciación acerca de los productos simbólicos/artísticos son relativos a un cuerpo social. Ok. Pero la sociología del gusto, lo sé ahora, volviendo de Jujuy, tiene sus límites. En Palapalá, primera noche de boliche, horario central, pista llena: suena "Mueve el ombligo" de Christell. Esfuerzo por no escupir entre dientes la cerveza barata, mietras veo a todo, y digo TODO el boliche-chetos, villeros, punkies, extraterrestres, y descendientes de incas- emulando el pasito del baile. En fin, pensé, sociología del gusto. Pero, epifanías de las alturas argentinas, la sociología del gusto tiene sus límites. Última noche en Palapalá. De nuevo, la canción. Una sociología sagrada del gusto debería explicar la dinámica por la cual un sujeto salta la persiana de su esquema social para fundirse por un micro-segundo en el gusto del otro. De nuevo, decía, la canción. Y mis hermanos y yo respetando defectuosamente los pasitos, en pleno disfrute. Todo bien Bourdieu, pero la sociología del gusto tiene su punto ciego: "mueve el ombligo" de Christell.
P.d: Observen por favor los ojos hiper abiertos de la pendeja. Es hipnótico. Intuyo que se snifeó como cien lineas de merca. O que es una fucking enviada, un paquete divino. O simplemte debo aplacar mi paranoia.
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5 comentarios:
¿Sabés que? me pareció tan feo e indescifrable, que me causó incomodidad.. Esto seguro tiene mensaje oculto, como los temas de Emanuel Ortega.
Que cara de loquilla la nena, pero un bombón como baila (aaaaaaaaaaaa)
Me causó mucha gracia los comentarios en youtube aludiendo a la comida de los bailarines: banana, la masita jeje; a mi tampoco me resultaron muy sexys.
Esta hendidura teórica no le sucedería a mi querido Raymond Williams ja.
besos
Entendiendo la sociología del gusto, solo queda aplacar la paranoia. Hay cosas peores y no estan tan lejos.
Sé que a algunas personas sensibles este comentario puede resultarles grotesco. Pero bueno, nunca he sido muy considerado para con las personas sensibles:
Quiero hacer dos declaraciones.
La primera, que estuve en Palpalá, en un boliche. Muy posiblemente el mismo.
La segunda, que me dieron unas ganas inconmensurables de coger a todo lo que hay en ese video. Las cinco personas, el tele, el radiograbador y los colores. De cogerlos violentamente, digo. De escuchar atentamente los gemidos que pegan. Y hasta donde se le pueden salir los ojos. Con la canción de fondo, por supuesto. Y yo atrás. :D
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