La Hora 25( Parte "A")

“ 2_
Dónde estabas
cuando el cuervo comía mis ojos.

Dónde estabas mientras yo vivía.
6_
Quiero recostarme a tu lado
y hablar de otra cosa.
No quiero mirar detrás de la puerta
las sombras agonizan
y no quiero.”
Florencia Iglesias
A_
1_
Como si uno pudiera a ciertas latitudes del insomnio/ arriesgar sentencias sin la espera definitiva,/ insospechados vértices en el reloj/ donde la jurisprudencia del pudor o la consistencia/ se desconoce,/ o ya uno se arroja, y tiende su cuerpo/ ahora sintético/ a los azares y azotes de “lo que sea”:/ puntos donde hablar es des-anudar las esquinas/ de la ciudad.
2_
Entonces,/ si una ventisca plana se invita a escondidas/ por la planeada hendija entre la parte inferior/ de la puerta y el subsiguiente mosaico,/ nada impide,/ aún más,/ todo indica que/ en un rumor llano, en perfecta correspondencia/ con la brisa extranjera,/ sentencie:
“Si el monólogo medular de tu puesta
no me concede una mínima referencia,
sólo me consuela la quimera
de que la resina, el polvo
tus residuos
me lleguen, exhalados, por la puerta”
Aunque una sonrisa me cruce/ me tajee y agriete/ la cara,/ aunque en realidad hasta
sus desechos maniobran un arte esquivo;/ porque la brisa resulta extrañamente ser brisa/ y todo corrobora que tras la manija y/ el empujón/ hay más Javier/ y más puerta, y brisas, y sentencias/ y más circular y reiterado empujón…
3_
Pero, extrañamente,/ no aguardo pupilas enmohecidas por acumulado llanto/ ni temblores que zanjen zigzagueantes,/ sé con documentada experiencia/ que la ceremonia de una soledad regalada/ es tan peculiar, insólita, y austera/ como un insomnio agobiado en vocablos/ o una mera gastritis;/ si consiento en ese automatismo edulcorado/ de ahogar mi rostro en lo ajeno nocturno de mi cuarto,/ la realidad de Alta Córdoba/ naufraga en autopistas divergentes
indiferentes,/ y apenas si su ruiderío roza mi casa:/ recortados por un claro de luna,/ y por mi vista caprichosa,/ un gato corteja una felina.
4_
La hora veinticinco,/ donde no se es ni más libre ni se ramifican los milagros:/ apenas un prolongado bostezo de la ciudad,/ una parcela en la que Javier sigue siendo
Javier,/ sólo que despojado del lirismo de quejumbrosos amores,/ de la obscenidad centrípeta por hacer de Córdoba/ una vasta arquitectura de su angustia:/ la hora veinticinco,/ epifanía en edición de bolsillo;/ en la radio suena Rock nacional/ y mis abismo resultan ser ordinarios,/ como los de ella./ Y entonces,/ no sé,/ prefiero el silencio/ decirla con miradas.

Un Requiem para Javier

Hoy me desperté pensando cómo sería mi funeral. No supe figurarlo con destreza. Pero dos cosas tengo seguro con certeza: quiero que me pinten en el rostro una sonrisa al estilo El Guasón, y que pasen el tema "Perfect day" de Lou Reed. Saber que fui feliz, esa estúpida y estadística sensación, saber que hice feliz a alguien.
Perfect day
Just a perfect day;drink sangria in the park.then later when it gets dark.....we'll go home. Just a perfect day;feed animals in the zoo.then later a movie too,.....and then home. Oh it's such a perfect day,i'm glad i spent it with you.oh, such a perfect day,you just keep me hangin' on, you just keep me hangin' on.Just a perfect day;problems all left alone.weekenders on our own.....it's such fun. Just a perfect day;you make me forget myself.i thought i was someone else.....someone good. Oh it's such a perfect day,i'm glad i spent it with you.oh, such a perfect day,you just keep me hangin' on. You're going to reap just what you sow.

P.d: Si nunca escucharon el tema- incluido en la película Trainspotting- tienen una deuda pendiente con su propia existencia.

ÁLBUM FAMILIAR: 1994/2008

1_ Ahora aquí/ no tiene sentido/ regodearse como en un carrusel/ sin centro/ en eso que me pongo como un recuerdo:/ tras el vidrio trasero del auto, un señor agita su mano/ agita el álbum familiar como palomas desechas.

2_ Aquí ahora/ no/ tiene sentido/ rogarle a mi madre que transcriba/ oralmente/ las cifras trazadas en mi columna/ con tinta de agua:/ su torcida voz se empaña, y se percibe/ una mano/ una vorágine estancada de silencios y adioses.

2bis_ ¿Una distancia/ puede ser un lazo?/ ¿O entre mi deditos sobre el vidrio húmedo/ y sus bigotes colosales se edifica/ una interrogación sin interlocutor?/ Mis yemas nerviosas/ sus bigotes mudos.

3_ Aquí/ ahora/ con la voz como único testigo/ un sentido/ un vector/ más que una memoria/ un diálogo inconcluso, prolongado:/ mi padre quedándose como un actor de reparto/ tras el vidrio trasero, empañado/ de un auto con dirección ambigua:/ ese nene/ que es más que yo/ guarda en una caja un grito, una voz/ no un recuerdo.

4_ Aquí aquí aquí/ pura onomatopeya/ sin mí la escena se presenta:/ papi-yo-mami/ papi/ yo- mami/ mami-yo/ papi/ mami/ yo-papi:/ Ahora/ aquí tiene sentido/ mi índice agita la maraña de su bigote/ y una frase contenida catorce años/ se desploma sobre nosotros:/ mamiyopapi.

5_ Ahora aquí tiene sentido...

“Aguafuertes porteñas locales ( o fernecescoqueados cordobeses)”

1_ La comparación iluminante es síntoma de genialidad, pensaba en el bar de la facultad mientras comparaba las tetas que tenía en frente, una ligeramente más abultada que la otra. “La asimetría sutil erotiza, ergo, la belleza no puede ser matemática sino caótica”, argumentaba para mis adentros en un éxtasis sonoro. O quizá era el “splash!!” de la palma derecha de la dueña del objeto de revelación contra mi rostro. La comparación es, en ciertos casos, causa de un genial síntoma de hinchazón en la mejilla.
2_ Terco, retomo la comparación (esta vez más inteligentemente, o sea, con los ojos cerrados). Pienso en el poeta lusitano Fernando Pessoa- sí, ya sé, Pessoa, pezón, tetas, cachetadas, en fin-, en la cantidad inusitadamente mínima de obras de su autoría que dio a conocer al mundo mientras vivía. En el mismo instante me viene a la cabeza el nombre de Cohelo, y su proliferante procreación de fetos literarios; textos que son a los de Pessoa, lo que el culo de Rosa- la portera de mi colegio de primaria, dueña de un culo traficante de chocolate-es al culo de Jéssica Cirio. De esta cavilación comparativa arribo a una verdad de perogrullo: más no es necesariamente mejor. Y se lo comento a ella, que hace rato me mira desnudo y abstraído. “Más no es mejor”, le susurro en un registro vocal áspero, de intelectual. “Más no es mejor”. Y ella se ríe mientras me recorre con la vista. Se ríe. “Lo decís porque te conviene. El tamaño sí importa.” Creo que no estamos hablando de lo mismo.
3_ Volviendo a las meditaciones literarias anteriores- matizadas por el comentario de ella- me queda una pregunta colgando: entre Pessoa, Cohelo y yo ¿quién la tendría más grande? Una escena de un sueño siestero creo me reveló la verdad: ella estaba cojiendo con alguien que se resumía a unos contornos sombrío, mientras gritaba “me encanta tu pinchilón me encanta” y la sombra le replicaba con un lacónico “O brigado”. No hace falta ser Freud para concluir que sea quien fuere el de la pija de termo, no era yo. Espero que sea Cohelo. Así le escribe a ella un poema horrendo que le quiten las ganas de coger.
4_ En la siesta, cuando se está aburrido, existen al menos tres actividades para minimizar el tedio. La primera, mirar “Intrusos” sin volumen y constatar quién tiene más cara de puto: Polino o Rinaldi. La segunda, mirar “Los Profesionales de siempre”, y, luego de observarla detenidamente, llegar a la traumatizante conclusión que la Canosa es tan freak que antas que darle a ella le doy a: Polino o Rinaldi. La tercera opción para vencer el tedio, hacer listas estúpidas y arbitrarias sobre cómo vencer el tedio y esperar que alguien pierda su tiempo en leerlas. En fin, y hablando del aburrimiento y de la siesta, ayer procuré disminuir mi aburrimiento buscando y contabilizando las manchas de humedad en mi casa que tengan algún parecido con alguien. Encontré tres parecidas a Jesús, pero un Jesús con piercings en el labio, y pensé “qué más da, Dios actúa en formas misteriosas” Luego conté dos similares a Evita: también me puede haber equivocado y que fueran las siluetas de la presidenta Cristina; el exceso de algo que pareciera maquillaje y una tira de un bolso Louis Vuitton me inclinan por la segunda opción. Finalmente, pude rastrear cinco manchas con el rostro de Florencia de la V. Luego caí en la cuenta que eran cuatro, ya que una era en realidad el rostro de Chiquito Bossio, el arquero de Lanús. En fín...

Fucking blogósfera

A ver. Es como respetuoso empezar esclareciendo los enredados senderos- bifurcados, trifurcados, centrifugados, etc- que lo llevan a uno a ceder en esta tendencia "top" de tener su propio Blog. O sea, tipo que- notar los modismos fashions a los que responde parte del nombre del blog- no pienso explicar nada. Me creo una cuenta Blog arbitrariamente. Porque sí. Sr policía del discurso y los sujetos, me niego a dar testimonio; no me justifico. Justificar es dar razones; dar razones es explicar. La explicación vuelve a un hecho parte de una red de causalidades que lo vuelve necesario. Explicar porqué ingreso a la fucking blogósfera, es confesar que este paso era necesario. Pues no lo era, no lo es. Es un capricho, y los caprichos son gustos porque sí. Cuando me tomo más de tres cervezas en menos de una hora, no justifico ni explico nada. Cuando apoyo una protesta o un levantamiento- notar la postura política de quien escribe, a la que responde la otra parte del nombre del blog- puedo explicar mi postura, pero preferiría no hacerlo y mantenerme en el reino del "capricho político". Y, por cierto, cuando volteo en una calle para mirarle la cola a TU novia, por más que me querrás abollar la cara, no pienso ceder a justificarme: se la miro porque quiero, porque soy rocker, porque soy "Pomelo"( ver Capusotto). Porque me copa tu novia. A ver. Apetito de novedad y ruptura socio-linguística(Revoluciones) + liviandades y capricho adolescente(Glamour) = Este Blog, cero afirmación: un hondazo al futuro.